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Kokedama: la vida dentro de una bola de musgo

1 SEPTIEMBRE, 2022

Desde que nos adentramos en el apasionante mundo de la jardinería japonesa no hemos dejado de aprender y de sorprendernos con las técnicas que el mundo nipón ha ido desarrollando a lo largo de la historia para recrear la naturaleza en la propia casa.

Un ejemplo de ello son los kokedamas, esos pequeños jardines colgantes o de rincón, de los que vamos a hablar en estas líneas. Nunca encontrarás dos iguales.

Su origen viene del bonsái (de hecho es también conocido como "el bonsái de los pobres"), el nearai o el kusamono, tres técnicas japonesas de cultivo de plantas, árboles o arbustos.

Kokedama significa bola de musgo en japonés (koke=musgo y dama= bola). La técnica tradicional japonesa es todo un arte; el sustrato del que se va a nutrir la planta es una mezcla de turba y otros sustratos y arcillas usados para bonsáis. Dentro de esa mezcla se envuelve la raíz de la planta y después se forra con el musgo, dando forma de bola. Este musgo será la maceta, una maceta viva.

Una vez fabricado el kokedama, se puede preparar una cesta con hilo para que quede colgado, o se apoya, por ejemplo sobre una base cerámica, porque aunque no moja la humedad puede manchar la superficie sobre la que se apoye.

Son muchas las variedades de plantas que se desarrollan con éxito dentro de la bola. El cuidado que requiere es muy sencillo.

Kokedama significa bola de musgo en japonés (koke=musgo y dama= bola). La técnica tradicional japonesa es todo un arte. Dentro de esa mezcla se envuelve la raíz de la planta y después se forra con el musgo, dando forma de bola. Este musgo será la maceta, una maceta viva.

Ya tengo mi kokedama, ¿y ahora cómo lo cuido?

- Luz: En general necesitan lugares luminosos (teniendo en cuenta siempre las necesidades de la planta que forme el kokedama), pero lejos de la luz solar directa.

- Riego: se realiza por inmersión, sumergiendo la bola en un recipiente con agua hasta que dejen de salir burbujas. Con la inmersión, la bola quedará lo suficientemente húmeda.

También se puede pulverizar el musgo abundantemente. Esto es conveniente cuando la bola está muy seca, para reverdecer el musgo y como medida rápida si no hemos podido sumergirla.

La frecuencia de riego dependerá de la época del año y el lugar en el que esté colocado. Al coger la bola entre las manos, se notará si ésta está seca.

Y recuerda, el kokedama sufre más por exceso  de agua que por defecto.

- Abonado: si se nota que la planta deja de crecer, o no le salen flores, puede ponerse un poco de abono líquido en el agua de riego, idealmente en primavera y en otoño.

- Poda: conviene podarlo cuando la planta tenga ramas y hojas secas.

Y recuerda, háblale siempre a tu kokedama, él te dará felicidad…

Si quieres aprender a hacer tu propio kokedama, revisa las fechas y lugares de nuestros próximos talleres.

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